Pez fósil arroja nueva luz sobre la evolución de los dientes adicionales para devorar presas
Platysomus parvulus - Imagen de Joschua Knüppe
Fuente University of Birmingham
El Platysomus parvulus desarrolló una forma de comer única, nunca vista en peces con aletas radiadas de aquella época: una dentadura especial para triturar y masticar alimentos duros.

Expertos han descubierto el ejemplo más antiguo conocido de un pez con dientes adicionales en la profundidad de la boca: un pez fosilizado de aletas radiadas de 310 millones de años que desarrolló una forma única de devorar a sus presas.
Platysomus parvulus tenía una forma de comer única, nunca vista en peces con aletas radiadas de aquella época: una «mordida lingual», que utilizaba un conjunto especial de dientes en la base y el paladar para ayudarle a triturar y masticar alimentos duros como conchas o insectos.
La mayoría de los peces actuales utilizan sus mandíbulas para morder y masticar, pero algunos también poseen mordidas linguales, que funcionan como un segundo par de mandíbulas. Hasta ahora, el pez más antiguo conocido con esta disposición dental vivió unos 150 millones de años después.
Al publicar sus hallazgos en Biology Letters, el equipo internacional de investigación utilizó tomografías computarizadas de alta resolución para reconstruir la anatomía interna del fósil, descubierto en formaciones rocosas del Carbonífero en el condado británico de Staffordshire.
Con el apoyo de la Royal Society, la National Science Foundation y el Natural Environment Research Council, los investigadores descubrieron una sofisticada disposición de placas dentales en el paladar y el esqueleto branquial del pez.
El autor principal, el profesor Sam Giles, de la Universidad de Birmingham, comentó: «Nuestro descubrimiento nos ayuda a comprender cómo evolucionaron los peces tras la Extinción Masiva del Devónico Final, que extinguió a muchas especies. Tras esta extinción, los peces comenzaron a cambiar y a desarrollar nuevas formas corporales y formas de alimentación.
«La mordedura lingual ha evolucionado muchas veces en diferentes grupos de peces, incluso en los modernos, como la trucha y el macabí, lo que demuestra que es una herramienta útil que les permite consumir una mayor variedad de alimentos y sobrevivir en diferentes entornos».
El mecanismo de mordida lingual implica conjuntos de dientes opuestos —uno en el paladar y otro en el esqueleto branquial— que trabajan conjuntamente para sujetar y aplastar a las presas.
El fósil de Platysomus estudiado se conserva de forma única en 3D, lo que permite a los investigadores observar el interior de su boca y diseccionar digitalmente su anatomía. Esto revela una placa dental inferior de varias partes y una placa superior estrecha, ambas con una sola capa de dientes puntiagudos, lo que sugiere una etapa de transición en la evolución de sistemas de mordida lingual más avanzados observados en peces posteriores como Bobasatrania.
El coautor, Dr. Matthew Kolmann, de la Universidad de Louisville, comentó: «Los peces posteriores, como el grupo Bobasatrania, presentaban mordidas linguales más avanzadas y no utilizaban sus mandíbulas en absoluto, dependiendo de su mordida lingual para triturar alimentos duros. Platysomus parvulus es como un eslabón perdido entre los peces con mandíbulas simples y los mordedores de lengua más avanzados». El descubrimiento respalda un modelo de rápida innovación en los primeros peces con aletas radiadas tras la Extinción Masiva del Devónico Final, con la experimentación de estos peces con nuevas estrategias de alimentación.
El coautor, el profesor Matt Friedman, de la Universidad de Michigan, comentó: «La mordedura de lengua es solo una de las muchas innovaciones alimentarias que surgieron durante este periodo. Este pez representa un paso evolutivo clave y nos ayuda a comprender cómo funcionaban los ecosistemas antiguos y cómo surgieron los linajes de peces modernos».
Referencia
- Sam Giles, Matthew A. Kolmann, Matt Friedman. Tongue bite apparatus highlights functional innovation in a 310-million-year-old ray-finned fish. bioRxiv 2025.05.10.653277; doi: https://doi.org/10.1101/2025.05.10.653277
