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Reconstrucción en vida de Guemesia por Gabriel Lio Reconstrucción del cráneo por Santiago Reuil

Hace unos 70 millones de años antes del presente Argentina presentaba un aspecto muy distinto a como la conocemos hoy en día. Las temperaturas eran mucho más altas y la cordillera de los andes aún no existía.

Un equipo conjunto de paleontólogos de Argentina, India, Inglaterra y Estados Unidos, encabezado por el argentino Agustín Scanferla y la India Anjali Goswami, estaban en búsqueda de restos fósiles en cercanías de la localidad de Amblayo, en la provincia de Salta en el año 2015. En esa zona, los restos fósiles son escasos y en ocasiones se encuentran muy deformados debido a presiones de las rocas que los rodean. Debido a esto, se conocen muy pocos dinosaurios en el noroeste argentino, y la mayor parte de la información que tenemos sobre estos animales procede de la Patagonia. Sin embargo, uno de los integrantes de aquella expedición dio con un hallazgo excepcional. Javier Ochoa, técnico paleontológico, encontró la base del cráneo de un dinosaurio previamente desconocido.

A pesar de tratarse de una sola pieza, la base del cráneo cuenta con valiosísima información, con la que los investigadores pudieron incluso reconstruir como era el cerebro del nuevo dinosaurio. Con esta información disponible, un grupo de científicos encabezado por investigadores del LACEV nombraron al nuevo dinosaurio como Guemesia ochoai. El nombre Guemesia se debe a Martín Miguel de Güemes, el prócer argentino que en 2021 pasó 200 años desde su paso a la inmortalidad. El nombre de especie ochoai se debe al apellido de su descubridor: Javier Ochoa.

Ilustraciones del cráneo por Javier Ochoa

Guemesia fue un dinosaurio de tamaño mediano, posiblemente de unos 5 metros de longitud, y carnívoro, perteneciente al grupo conocido como abelisaurios. Estos dinosaurios se caracterizaban por brazos excesivamente cortos, casi rudimentarios y un cráneo sólido y macizo, bien ornamentado. Sin embargo, los huesos de Guemesia son más delgados y muestran superficies de anclaje muscular de menor tamaño que en sus parientes más cercanos, por lo que los científicos creen que era una especie relativamente primitiva.

La reconstrucción del cerebro de Guemesia muestra que su olfato habría sido poderoso, en contraste con su vista, que habría sido bastante pobre.

El Guemesia no solo es una nueva especie, sino que ayuda a completar un importante bache geográfico. Los abelisaurios bien conocidos hasta el día de la fecha procedían de Brasil y fundamentalmente Patagonia, por lo que el hallazgo de Guemesia ayuda a empezar a entender como fueron los dinosaurios carnívoros que vivieron en zonas donde prácticamente no se conocen restos fósiles.

Referencias: