El hallazgo de nuevos fósiles humanos y de numerosas herramientas en el yacimiento de Nesher Ramla, en Israel, ha sido publicado en sendos artículos por la revista Science, mereciendo ser portada de esta revista por la trascendencia de los descubrimientos. Los restos, un fragmento de un parietal y una mandíbula casi completa con parte de la dentición, con una antigüedad de unos 130.000 años, presentan una combinación de caracteres singular, no conocida hasta el momento en esta cronología y esta zona geográfica, donde solo se había identificado la presencia de Homo sapiens y Homo neanderthalensis.

El estudio, liderado por Israel Heshkovitz de la Universidad de Tel Aviv, cuenta con una destacada participación española entre la que se encuentran cuatro investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH): José María Bermúdez de Castro, María Martinón-Torres y Laura Martín-Francés, del Grupo de Antropología Dental y Emiliano Bruner, del Grupo de Paleoneurobiología. Según los investigadores, Nesher Ramla puede representar la población madre a partir de la cual se originaron los neandertales y algunas poblaciones asiáticas del Pleistoceno medio.

El análisis de los fósiles revela que Nesher Ramla no encaja bien en el modelo conocido hasta el momento en el Corredor Levantino, puesto que muchos de sus rasgos son más arcaicos que los de los humanos modernos y los neandertales de esa región. Mientras el cráneo muestra características más típicas de la especie Homo erectus, en la dentición y la mandíbula ya hay rasgos habitualmente presentes en las poblaciones neandertales.

Así, Nesher Ramla personificaría a un superviviente tardío de una población que habitó en Oriente Próximo hace 400.000 años, potencialmente representada en los fósiles de los yacimientos israelíes de Qesem y Zuttiyeh, y a partir de la cual se habrían originado los neandertales de Europa. Además, Heshkovitz y sus colegas sugieren que esta población, acuñada como “Homo tipo-Nesher Ramla” podría haber hibridado con nuestra especie, Homo sapiens, ya presente en la región hace 200.000 años, como atestigua el yacimiento isarelí de Misliya.

Fósil ‘eureka’

Además de su indudable valor para la reconstrucción de la filogenia humana, los fósiles de Nesher Ramla secundarían la teoría que el Grupo de Antropología Dental del CENIEH propuso hace ya una década respecto al papel que Asia habría jugado en el poblamiento de Europa.

Llevamos muchos años sugiriendo que el origen de las poblaciones europeas y gran parte de las asiáticas no está en África sino en Asia, probablemente en Oriente Próximo, un verdadero cruce de caminos”, comenta José María Bermúdez de Castro, coordinador del Programa de Paleobiología del CENIEH.

Durante el Pleistoceno medio, Europa y Asia habrían recibido un goteo intermitente de poblaciones condicionadas por barreras climáticas y biogeográficas cambiantes. Nesher Ramla pertenecería a la población que dio lugar a los humanos que durante el Pleistoceno medio habitaron Eurasia y que, en el caso de Europa, habría culminado con la aparición de los neandertales.

Se trata de una evidencia más a favor de la conexión entre las poblaciones europeas y asiáticas durante el Pleistoceno, que hemos propuesto en trabajos anteriores. Estos fósiles son como un momento ‘eureka’ para nuestro grupo de investigación y nuestras teorías”, afirma la investigadora María Martinón-Torres, directora del CENIEH.

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