Dinosaurios del Jurásico se movían entre África y Europa
Huellas de dinosaurios encontradas en varios países de Europa, muy similares a otras en Marruecos, sugieren que pudieron dispersarse entre los dos continentes por masas terrestres separadas por un mar poco profundo hace más de 145 millones de años.
A finales del Jurásico, como consecuencia de la desfragmentación del supercontinente Pangea, los países que actualmente forman Europa formaban parte de un archipiélago rodeado de un mar poco profundo. En su interior, la península ibérica estaba situada en la parte más meridional, en el continente de Laurasia (que incluía las actuales América del Norte y Eurasia), pero cerca de Gondwana, el continente situado al sur.
En estas tierras caminaban grandes predadores, cuyas huellas se han encontrado en diferentes continentes. Así, por ejemplo, icnitas y huesos de alosaurios y estegosaurios se han encontrado tanto en Norteamérica como en Portugal, lo que sugiere que ambos territorios estaban conectados de alguna manera.
En un nuevo estudio, publicado en el Journal of African Earth Sciences, un equipo de científicos europeos, ha reconocido ahora dos tipos de huellas de dinosaurios relacionadas con grandes depredadores jurásicos en las actuales Suiza, Portugal, España (que pertenecían a Laurasia) y Marruecos (que estaba en Gondwana).
Las marcas, denominadas Megalosauripus transjuranicus y Jurabrontes curtedulensis, pertenecían a terópodos carnívoros parecidos al Tyrannosaurus rex. “Por un lado, se han identificado un tipo de huellas grandes y esbeltas con un tamaño de 30-50 cm y, por otro lado, otras gigantes y robustas de más de 50 cm”, explica a Sinc Diego Castanera, del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP) de la Universidad Autónoma de Barcelona y coautor del trabajo.
Caminos entre aguas poco profundas
Para poder distinguir los tipos de huellas, el equipo usó un novedoso software llamado DigTrace, que permitió comparar los pasos fosilizados de manera virtual. “No podemos saber con certeza quién fue el autor de una pisada ya que distintos dinosaurios emparentados pudieron dejar huellas muy similares”, adelanta Castanera.
Sin embargo, con este estudio se confirma que las diferencias entre los dos grupos de huellas identificados son suficientemente importantes como para que sus autores fueran dinosaurios diferentes aunque cercanamente emparentados.
Los científicos sugieren así que pertenecieron probablemente a Allosaurus y Torvosaurus, ya que sus restos se han encontrado en el Jurásico Superior de Portugal, lo que indica la presencia de dos superdepredadores en los ecosistemas terrestres de finales del Jurásico.
Para confirmar estos datos, el grupo de investigadores subraya que se requieren más estudios sobre todo para responder a una importante pregunta: ¿cómo pasaron los dinosaurios entre Laurasia y Gondwana? “La respuesta es problemática porque los estudios geológicos indican que había un mar profundo entre ambos continentes”, recalca el científico.
La presencia de las mismas especies en lugares tan distantes obliga a los científicos a proponer rutas de dispersión entre los continentes durante el Mesozoico, la época durante la cual vivieron los dinosaurios. Estos animales de gran tamaño pudieron, de este modo, desplazarse entre África y Europa por masas terrestres con cortos periodos de emersión por el sur de Italia y los Balcanes o a través de Iberia (la antigua península ibérica).
Referencia
Matteo Belvedere et al. “Late Jurassic globetrotters compared: A closer look at large and giant theropod tracks of North Africa and Europe” Journal of African Earth Sciences 158 (2019) 103547. doi.org/10.1016/j.jafrearsci.2019.103547