Pluridens serpentis, descrito un nuevo mosasaurido (Mosasauridae: Halisaurinae) del Maastrichtiano de Marruecos e implicaciones para la diversidad de mosasaurios

Cráneo de Pluridens serpentis

Fuente NCYT

Hace 66 millones de años, los mosasaurios, lagartos marinos gigantes emparentados evolutivamente con las serpientes y los dragones de Komodo, se extinguieron como consecuencia de la caída de un asteroide a la Tierra, al igual que les ocurrió a muchas otras criaturas del planeta. Una investigación reciente, en la que se ha descrito una especie de mosasaurio hasta ahora desconocida, contribuye a ofrecer una visión más nítida de cuál era el grado de biodiversidad de estas bestias poco antes del cataclismo que las exterminó.

Los mosasaurios Pluridens podían crecer probablemente hasta los 8 metros de longitud. (Ilustración: Andrey Atuchin)

Los restos fósiles de un mosasaurio gigante de finales del período Cretácico, una época que finalizó cuando el citado asteroide impactó contra la Tierra, fueron encontrados en Marruecos y han sido estudiados por el equipo internacional de Nick Longrich, de la Universidad de Bath en el Reino Unido. Se estima que la bestia podía medir hasta 8 metros de largo. Es la tercera nueva especie hallada en la región que se describe científicamente en menos de un año. Con la última adición, la cantidad total de especies conocidas asciende a 13.

La elevada diversidad de la fauna de esta clase demuestra que los mosasaurios prosperaron de manera notable en el último millón de años del periodo Cretácico, antes de que ellos y la mayoría de las especies de la Tierra fueran aniquilados por el impacto del asteroide.

La nueva especie, denominada Pluridens serpentis, tenía mandíbulas largas y delgadas con más de cien dientes afilados en forma de colmillo para agarrar presas relativamente pequeñas, como por ejemplo peces y calamares. En comparación con otras especies afines, tenía ojos pequeños, lo que sugiere que su capacidad de visión era pobre. Sin embargo, el hocico tenía rasgos que sugieren que gracias a esa parte de su cuerpo podía cazar mediante la detección de movimientos del agua y cambios de presión, aunque fueran sutiles. Los nervios responsables de esta capacidad de detección constituían una adaptación comparable a la observada en las serpientes marinas.

Cráneo de Pluridens serpentis

El hecho de que el Pluridens serpentis tuviera tantos nervios en la cara puede significar que se valía de los cambios de presión del agua para detectar animales en condiciones de poca luz, ya fuese por ser de noche o por estar en aguas tan profundas que llegaba poca luz a ellas, o que eran oscuras por otras causas. También es posible que los mosasaurios tuvieran muy desarrollados otros sentidos.

Es muy probable que estas bestias utilizaran la lengua para cazar, en opinión de Longrich. Muchas serpientes acuáticas y animales similares mueven sus lenguas bífidas bajo el agua, utilizándolas para captar señales químicas que les ayudan a rastrear a sus presas.

Referencia