La sorprendente profundidad de la Gran Mancha Roja en Júpiter

La gran Mancha Roja de Jupiter

Fuente Investigación y Cencia

La mayor tormenta del sistema solar viene ocupando a la comunidad científica desde hace más de 200 años. Ahora, los datos de la sonda espacial Juno han revelado otro secreto.

La gran Mancha Roja de Jupiter

La Gran Mancha Roja de Júpiter es la gran tormenta del sistema solar. Con un diámetro de 16.000 kilómetros, lleva al menos 200 años arremolinándose en el gigante gaseoso. Ahora, la nave espacial Juno, de la NASA, ha conseguido registrar nuevos detalles de esta tormenta. Scott Bolton, del Instituto de Investigación del Sudoeste de EE.UU., y sus colaboradores han analizado los datos y han publicado sus resultados en Science.

En 2019, la sonda pasó dos veces por la Gran Mancha Roja y tomó varias mediciones de la tormenta. También observó otras dos, aunque de menor tamaño. Los datos de microondas han revelado ahora que la Gran Mancha Roja se extiende hacia el interior del planeta mucho más de lo que ya se pensaba. Según el nuevo trabajo, la tormenta alcanzaría una profundidad de entre 200 y 500 kilómetros. Eso quiere decir que llega hasta más allá de la zona en que se condensan el agua y el amoníaco y, por tanto, por debajo del límite inferior de la capa de nubes. Como consecuencia, escriben los investigadores, es probable que en esa región siga habiendo corrientes descendentes y precipitaciones, y es posible que ello desempeñe un papel en la formación y conservación de la monstruosa tormenta, algo no contemplado en los modelos previos.

Por su parte, un segundo trabajo publicado también en Science y cuya primera autora es Marzia Parisi, del Instituto Tecnológico de California, ha investigado los chorros que se generan entre las bandas atmosféricas del gigante gaseoso. A tal fin, los investigadores analizaron el movimiento de la propia Juno. A medida que la sonda orbitaba el planeta, experimentaba una y otra vez pequeñas anomalías gravitatorias que alteraban su trayectoria. Gracias a ello, los investigadores han podido extraer varias conclusiones sobre la profundidad de las estructuras atmosféricas.

Este segundo estudio vuelve a concluir que la Gran Mancha Roja tendría una profundidad de 500 kilómetros. Sin embargo, mucho más abajo llegarían los chorros atmosféricos, los cuales podrían alcanzar hasta los 3000 kilómetros de profundidad. Con todo, el origen de esta diferencia no parece estar claro. Por ahora, lo único que pueden excluir Parisi y sus colaboradores es que los mecanismos que impulsan la tormenta sean los mismos que en la Tierra. En el caso de la Gran Mancha Roja, esta se encuentra entre dos chorros que circulan en sentidos opuestos.

Los investigadores tampoco tienen claro qué implican estos hallazgos para el futuro de la llamativa estructura, que durante los últimos 150 años ha encogido y se ha redondeado. Aunque los vientos han aumentado su velocidad en sus regiones exteriores, soplan más lentamente en el interior. Otras mediciones efectuadas con el telescopio Hubble han indicado que la tormenta ha ganado altitud a medida que encogía. Por ahora, lo único seguro es que esta bella formación seguirá girando en el gigante gaseoso durante al menos unas cuantas décadas más.

Referencia