Ferruaspis brocksi, un nuevo pez con 15 millones de años y con su última comida fosilizada dentro de su estómago

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Hábitus y posición de las aletas (holotipo AM F.154511). A, fotografía de AM F.154511; B, C, dibujos lineales que muestran la posición de las distintas aletas, el ojo y el estómago. La barra de escala es de 8 mm.

Fuente LIVESCIENCE

Los científicos han descubierto los restos fosilizados de una nueva especie de pez llamado Ferruaspis brocksi, que vivió hace 15 millones de años, y algunos de estos peces tienen sus últimas comidas conservadas dentro de sus estómagos.

Hábitus y posición de las aletas (holotipo AM F.154511). A, fotografía de AM F.154511; B, C, dibujos lineales que muestran la posición de las distintas aletas, el ojo y el estómago. La barra de escala es de 8 mm.

Fósiles de peces de agua dulce de 15 millones de años descubiertos en Australia representan una especie completamente nueva para la ciencia, y aún conservan los restos de sus últimas comidas en sus estómagos.

Los fósiles de la nueva especie, llamada Ferruaspis brocksi, fueron desenterrados por paleontólogos en el yacimiento de fósiles McGraths Flat en Nueva Gales del Sur, Australia, según un nuevo estudio publicado el 17 de marzo en la revista Journal of Vertebrate Paleontology.

Dentro de varios estómagos de los peces se encontraron los restos fosilizados de sus últimas cenas, incluyendo fragmentos de larvas de insectos, dos alas de insecto y un bivalvo (un molusco con dos conchas articuladas, como una almeja o un mejillón).

El descubrimiento es el primer fósil de un eperlano de agua dulce (un pequeño pez plateado) del grupo Osmeriformes descubierto en Australia y ayudará a los científicos a determinar cuándo llegaron estos peces a la enorme isla.

«El descubrimiento del fósil de pez de agua dulce de 15 millones de años nos ofrece una oportunidad sin precedentes para comprender los antiguos ecosistemas australianos y la evolución de sus especies de peces, específicamente del grupo Osmeriformes durante el Mioceno, hace entre 11 y 15 millones de años», declaró en un comunicado el autor principal del estudio, Matthew McCurry, paleontólogo del Museo Australiano y la Universidad de Nueva Gales del Sur.

Los Osmeriformes son un amplio orden de peces que incluye diversas especies de eperlanos que se encuentran en todo el mundo, tanto en ambientes de agua dulce como marinos. Los eperlanos son relativamente comunes en Estados Unidos, particularmente en los Grandes Lagos, el Noreste, el Noroeste del Pacífico y Alaska, aunque algunas especies también están presentes en ríos y lagos del interior. Hay al menos seis especies de eperlano en todo el país, entre ellas el eperlano arcoíris (Osmerus mordax), el eperlano Eulachon o del río Columbia (Thaleichthys pacificus) y el eperlano del delta (Hypomesus transpacificus).

Los científicos se han preguntado durante mucho tiempo cuándo exactamente llegaron los eperlanos y especies afines a Australia, debido a la escasez de registro fósil de este grupo de peces y sus ancestros. «Sin fósiles, nos ha resultado difícil determinar con exactitud cuándo llegó este grupo a Australia y si experimentó cambios a lo largo del tiempo», declaró McCurry.

En el nuevo estudio, los investigadores describen cómo descubrieron los restos fosilizados de F. brocksi incrustados en goethita, un mineral rico en hierro. Al analizar los fósiles con microscopios de alta potencia, descubrieron que los especímenes se habían conservado con un nivel de detalle sorprendentemente alto. La posición de las espinas y aletas del pez, las células que le daban color y sus últimas comidas permanecieron congelados en el tiempo durante 15 millones de años.

Gracias a que los paleontólogos descubrieron varios peces de esta nueva especie conservados en el mismo sitio, pudieron reconstruir el posible aspecto de las antiguas especies de peces, ya que no todos los peces se conservaron completamente. Según los investigadores, F. brocksi representa un ancestro temprano de especies del orden Osmeriformes que se encuentran actualmente en Australia y Nueva Zelanda.

«Los fósiles se formaron hace entre 11 y 16 millones de años y ofrecen una ventana al pasado», afirmó McCurry. Demuestran que la zona fue una vez un bosque húmedo templado y que la vida era rica y abundante en las Mesetas Centrales de Nueva Gales del Sur (NSW).

Su contenido estomacal también ofrece una idea del comportamiento de esta antigua especie. «Ahora sabemos que se alimentaban de diversos invertebrados, pero la presa más común eran pequeñas larvas de mosquito fantasma», explicó McCurry.

Además, el descubrimiento inesperado de células pigmentarias fosilizadas, llamadas melanóforos, permitió a los investigadores determinar el color que podría haber tenido el pez. «El pez era más oscuro en la superficie dorsal, más claro en el vientre y presentaba dos franjas laterales a lo largo de su costado», declaró Michael Frese, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Canberra y de la agencia científica nacional australiana CSIRO.

Los melanóforos son responsables de la producción de melanina, el pigmento que da color a la piel, el pelo, los ojos y las plumas.

«Los melanosomas fosilizados han permitido previamente a los paleontólogos reconstruir el color de las plumas», explicó Frese, pero nunca se han utilizado para reconstruir el patrón de color de una especie de pez extinta hace mucho tiempo.

Referencia

  • McCurry, M. R., Gill, A. C., Baranov, V., Hart, L. J., Slatyer, C., & Frese, M. (2025). The paleobiology of a new osmeriform fish species from Australia. Journal of Vertebrate Paleontology. https://doi.org/10.1080/02724634.2024.2445684