Resuelto el misterio de un fósil de 500 millones de años

Fuente Durham University
Un nuevo estudio dirigido por nuestro departamento de Ciencias de la Tierra ha hecho un descubrimiento sorprendente sobre un misterioso fósil del período Cámbrico, hace más de 500 millones de años.
El fósil de Shishania aculeata se creía originalmente que era un molusco primitivo, un grupo que incluye caracoles y almejas. Sin embargo, una nueva investigación muestra que, en realidad, se trata de un animal similar a una esponja, conocido como cancillerido.
Este hallazgo, publicado en la revista Science, cambia nuestra comprensión de cómo evolucionaron algunos de los primeros animales.
No es un caracol, sino un pariente de las esponjas.
El fósil de Shishania se descubrió inicialmente en el sur de China y se creía que tenía una estructura similar a un pie y espinas protectoras, características que llevaron a los científicos a creer que estaba emparentado con los moluscos.
Sin embargo, el nuevo estudio muestra que muchas de estas características se debieron a la forma en que se conservó el fósil, no a la anatomía real del animal.
Cuando los investigadores analizaron fósiles mejor conservados, se hizo evidente que lo que parecía un pie era simplemente el interior del animal que se había abierto. Su cuerpo se asemeja más a una bolsa espinosa que a un molusco. Pistas sobre un grupo antiguo
Los nuevos fósiles del equipo de investigación muestran que los Shishania comparten muchas características con los cancilleridos, unos extraños animales con forma de bolsa que vivían fijados al fondo marino y carecían de cabeza, boca u órganos.
Sus cuerpos estaban cubiertos de espinas huecas, posiblemente utilizadas para la defensa.
Este descubrimiento ayuda a llenar un vacío en el registro fósil y muestra cómo los cancilleridos podrían haber desarrollado formas corporales más complejas con el tiempo.
Una visión más clara de la vida temprana
Comprender a los Shishania ayuda a los científicos a comprender mejor la «explosión cámbrica» temprana, un período en el que surgieron muchos grupos animales.
También muestra cómo la evidencia fósil puede malinterpretarse y cómo los nuevos descubrimientos continúan transformando lo que sabemos sobre la historia temprana de la vida.
Fósiles como los Shishania nos recuerdan que la evolución está llena de sorpresas y son un gran ejemplo de cómo la ciencia mejora constantemente nuestra comprensión del mundo natural.